La creación de estos hoyos se debe a la combinación de materiales depositados y a la erosión producida por el viento y el sol
La creación de una serie de hoyos en espiral en la superficie de Marte, que permiten ver la composición de las capas inferiores, ha sido atribuida a la acción conjunta del viento y el sol, según una investigación publicada esta semana la revista Nature.
Según esta investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Texas encabezado por Isaac Smith y John Holt, éstos son los mismos factores que han dado lugar al Chasma Boreal, cañón que corta el polo norte del planeta.
Hasta ahora se habían apuntado muchas hipótesis sobre cuál sería la composición del planeta, pero estaban limitadas a la observación de la superficie.
En esta investigación se ha utilizado la información extraída de dos radares en órbita capaces de averiguar la composición de las capas de depósitos más profundas.
Además, el estudio ha revelado que la creación de estos hoyos se debe a la combinación de materiales depositados y a la erosión producida por el viento y el sol.
Una vez formados, estos hoyos se desplazaron hacia los polos y se elevaron unos 600 metros de altura a lo largo de un periodo de dos millones y medio de años.
En un segundo estudio, el mismo equipo utilizó la información del Orbitador de Reconocimiento de Marte para demostrar que la creación del Chasma Boreal se debió -más que a cataclismos, desplazamientos de hielo o fuertes erosiones- a procesos de deposición a gran escala y a largo plazo.
La creación de una serie de hoyos en espiral en la superficie de Marte, que permiten ver la composición de las capas inferiores, ha sido atribuida a la acción conjunta del viento y el sol, según una investigación publicada esta semana la revista Nature.
Según esta investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Texas encabezado por Isaac Smith y John Holt, éstos son los mismos factores que han dado lugar al Chasma Boreal, cañón que corta el polo norte del planeta.
Hasta ahora se habían apuntado muchas hipótesis sobre cuál sería la composición del planeta, pero estaban limitadas a la observación de la superficie.
En esta investigación se ha utilizado la información extraída de dos radares en órbita capaces de averiguar la composición de las capas de depósitos más profundas.
Además, el estudio ha revelado que la creación de estos hoyos se debe a la combinación de materiales depositados y a la erosión producida por el viento y el sol.
Una vez formados, estos hoyos se desplazaron hacia los polos y se elevaron unos 600 metros de altura a lo largo de un periodo de dos millones y medio de años.
En un segundo estudio, el mismo equipo utilizó la información del Orbitador de Reconocimiento de Marte para demostrar que la creación del Chasma Boreal se debió -más que a cataclismos, desplazamientos de hielo o fuertes erosiones- a procesos de deposición a gran escala y a largo plazo.
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