viernes, 21 de mayo de 2010

Comíamos moluscos desde hace 300 mil años


Arqueólogos descubren que el hombre Paleolítico pudo pescarlos para su consumo

Un grupo de arqueólogos españoles ha descubierto restos de moluscos, concretamente de lapas, de entre 280 mil y 300 mil años, que suponen la primera "evidencia" en la Península Ibérica, y probablemente en el mundo, de que el hombre del Paleolítico pudo pescar moluscos para el consumo.

Así lo explicó Jesús Cantillo, investigador de la Universidad de Cádiz (sur español) que ha participado en un estudio sobre restos de moluscos hecho en la zona del Estrecho de Gibraltar.

Cantillo presentará el trabajo en la Reunión Científica de Arqueomalacología (rama encargada del estudio de los restos de moluscos en yacimientos arqueológicos) de la Península Ibérica, que se celebra en León (noroeste) .

Concretamente, el estudio se basa en unas excavaciones que comenzaron en 2002 en la cueva de Benzú, en Ceuta (ciudad autónoma española en el norte de África), donde han aparecido "patelas" (lapas), aunque no en grandes cantidades.

Esta excavación tiene gran importancia, ya que los registros más antiguos de moluscos pescados por hombres en la Península Ibérica se sitúan en el Cantábrico, hace unos 40 mil años.

El investigador cree que probablemente se trate de las referencias más antiguas de moluscos pescados por humanos en el mundo, ya que los últimos de los que tiene constancia están en África y tienen 180 mil ó 200 mil años.

De la población que pudo pescar estas lapas no se sabe nada, porque, según él, "no hay evidencia de restos óseos".

"Normalmente -dijo-, cuando se recolectan estos recursos marinos van encaminados a la alimentación, pueden tener otros usos paralelos, como para adornos, pero lo normal es que fueran consumidos por el hombre".

Asimismo, el experto añadió que en la misma excavación de Benzú se han hallado vestigios de peces de hace 150 mil años.

La huella que dejan los peces con el tiempo es más difícil de investigar, pero se piensa que se trata de una especie parecida a las doradas, precisó Cantillo.

Esa averiguación también representa todo un hallazgo, porque los registros de peces proceden de hace 25 mil a 40 mil años.

A la citada reunión científica también asistió Arturo Morales, uno de los principales investigadores en este campo de la Península Ibérica, quien trató con cautela este tipo de hallazgos.

Morales recordó que los moluscos tienen 530 millones de años y resulta difícil demostrar que hayan sido consumidos por el hombre, porque "tampoco se deja una huella inequívoca de esto".

Sin referirse al caso concreto de Benzú, el investigador indicó que, cuando aparece un molusco de este tipo, hay que demostrar que ha sido llevado por un humano, ya que "igual lo pudo hacer una nutria".

La reunión científica sobre arqueomalacología es la primera de este calibre que se celebra en la Península Ibérica, y ha sido organizada por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León.

El objetivo es reunir en la ciudad a todos los especialistas de esta disciplina para debatir y exponer los problemas comunes.

Según comentó Eduardo González Gómez, uno de los organizadores del congreso, la asignatura pendiente en esta disciplina es considerar a los moluscos un elemento valioso para investigar el medio ambiente y las sociedades y costumbres pasadas.

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