Garrett Reisman y Michael Good estaban ansiosos por comenzar la tercera caminata espacial de la tripulación del Atlantis en cinco días. Mientras aguardaban que la presión descendiera en la cabina de descompresión, Reisman dijo que era como ``estar parado en la báscula en el baño y esperar a que la aguja baje''.
Dos astronautas comenzaron el viernes su última caminata espacial desde la Estación Espacial Internacional para terminar de reemplazar unas baterías viejas y hacer otros trabajos en la recta final de su visita.
Garrett Reisman y Michael Good estaban ansiosos por comenzar la tercera caminata espacial de la tripulación del Atlantis en cinco días. Mientras aguardaban que la presión descendiera en la cabina de descompresión, Reisman dijo que era como ``estar parado en la báscula en el baño y esperar a que la aguja baje''.
En media hora, los caminantes habían conectado un nuevo cable a la creciente estructura de la estación y su siguiente meta era el nido de las baterías en el extremo izquierdo.
Reisman y Good deben instalar dos nuevas baterías. Good y otro astronauta colocaron cuatro durante la caminata del miércoles. Cada batería mide cerca de un metro (tres pies) y pesa 170 kilogramos (375 libras).
El Atlantis llevó las baterías a la estación el fin de semana pasado junto con un compartimiento ruso. Este fue abierto el jueves pero tuvo que ser sellado de nuevo cuando se descubrió que había astillas metálicas flotando dentro. La misión de control dijo que unos cepillos de aire podrían removerlos.
El Atlantis se desacoplará de la estación el domingo y ése será su último adiós. Sólo se tienen planeadas dos misiones de transbordadores más y ambas están previstas para que las realicen las otras dos naves de la NASA después de septiembre.
El presidente Barack Obama quiere concluir el programa de transbordadores para que la NASA tenga más dinero para el desarrollo de la tecnología que podría enviar a los astronautas a asteroides e incluso a Marte.
Mientras tanto, cohetes rusos se encargarían de transportar a los astronautas estadunidenses a la estación espacial, que se espera siga funcionando diez años.
Cabo Cañaveral, Florida
Dos astronautas comenzaron el viernes su última caminata espacial desde la Estación Espacial Internacional para terminar de reemplazar unas baterías viejas y hacer otros trabajos en la recta final de su visita.
Garrett Reisman y Michael Good estaban ansiosos por comenzar la tercera caminata espacial de la tripulación del Atlantis en cinco días. Mientras aguardaban que la presión descendiera en la cabina de descompresión, Reisman dijo que era como ``estar parado en la báscula en el baño y esperar a que la aguja baje''.
En media hora, los caminantes habían conectado un nuevo cable a la creciente estructura de la estación y su siguiente meta era el nido de las baterías en el extremo izquierdo.
Reisman y Good deben instalar dos nuevas baterías. Good y otro astronauta colocaron cuatro durante la caminata del miércoles. Cada batería mide cerca de un metro (tres pies) y pesa 170 kilogramos (375 libras).
El Atlantis llevó las baterías a la estación el fin de semana pasado junto con un compartimiento ruso. Este fue abierto el jueves pero tuvo que ser sellado de nuevo cuando se descubrió que había astillas metálicas flotando dentro. La misión de control dijo que unos cepillos de aire podrían removerlos.
El Atlantis se desacoplará de la estación el domingo y ése será su último adiós. Sólo se tienen planeadas dos misiones de transbordadores más y ambas están previstas para que las realicen las otras dos naves de la NASA después de septiembre.
El presidente Barack Obama quiere concluir el programa de transbordadores para que la NASA tenga más dinero para el desarrollo de la tecnología que podría enviar a los astronautas a asteroides e incluso a Marte.
Mientras tanto, cohetes rusos se encargarían de transportar a los astronautas estadunidenses a la estación espacial, que se espera siga funcionando diez años.
Cabo Cañaveral, Florida
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