A pesar de que hay en el mercado móviles más sofisticados, expertos coinciden que Apple basa su éxito en dos puntos: el status que da y la facilidad de uso
Ya pasaron tres años desde que salieron al mercado -una eternidad en el cambiante mundo de la telefonía celular- y han surgido aparatos que en algunos aspectos son incluso superiores. Pero el iPhone sigue vendiendo más aparatos que nunca.
¿A qué se debe la fascinación con el iPhone? Da la impresión de que Apple sabe explotar dos elementos clave: el status que da y la facilidad de uso. Y es previsible que, por más que los fanáticos más intensos de Apple aguarden ansiosos la nueva versión del iPhone que saldrá a la venta en los próximos meses, al usuario común eso no le llame demasiado la atención.
Otros teléfonos tienen cámaras con mayor poder de resolución y pueden filmar video de alta definición. Los procesadores de teléfonos nuevos como el Droid Incredible parecen más rápidos. Y ha surgido una tecnología de pantalla al tacto que consume menos energía y es superior a la del iPhone. La competencia, por otra parte, ofrece ahora cosas que antes eran de dominio exclusivo del iPhone, incluidos aparatos extremadamente delgados y miles de aplicaciones y de juegos.
''Este aparato (el iPhone) no es lo mejor que hay'', afirmó el analista de ABI Research Michael Morgan.
Si tiene o no la mejor tecnología, no obstante, no le importa demasiado a los fanáticos del iPhone.
Lo que les interesa es la imagen que transmite.
''Cuando ves a alguien con el iPhone, piensas 'esta gente sabe lo que hace''', comentó Jason Sfetko, diseñador de la revista Complex de Nueva York. Si alguien tiene un BlackBerry, ''da la sensación de que es un contador o algo por el estilo, que deben responder demasiados correos electrónicos'', agregó.
El deslumbramiento con los iPhone se extiende a China, donde Apple comenzó a vender el aparatito en octubre pasado. ''Es sorprendente lo que logró el iPhone aquí'', expresó Deng Jinchun, gerente de Jing Lang, tienda que vende el iPhone en la provincia de Hunan.
''Apple lleva vendiendo básicamente el mismo teléfono desde hace tres años y las ventas siguen subiendo. Es inimaginable que Nokia o cualquier otra marca pudiera lograr algo similar''.
Uno de los grandes atractivos del iPhone es lo fácil que resulta usarlo.
Mark Britton, director ejecutivo de una firma llamada Avvo que publica las evaluaciones que hacen los clientes de sus abogados, pasa tanto tiempo con su iPhone que su esposa le dice en broma que es como su cuarto hijo. Una cosa que le gusta es lo sencillo que resulta hablar por teléfono y al mismo tiempo buscar algo en la internet.
El buscador de la web es lo que cautivó a Sara Maternini, de 35 años, quien trabaja en relaciones públicas en Milán y lleva dos años y medio usando el iPhone. Debe conectarse a la red constantemente y dice que el iPhone es el único aparato que la hace sentir que está en una computadora.
Una crítica frecuente que se le hace a Apple es que cuando un usuario se acostumbra al iPhone, no puede dejarlo. Los otros aparatos no pueden conectarse al iTunes, mediante el cual el usuario de iPhone maneja su música, sus videos, sus fotos y otros archivos. Ni pueden usar las aplicaciones que le permiten a uno hacer de todo, desde manejar sus cuentas bancarias hasta palabras cruzadas.
Nada de esto preocupa al usuario del iPhone, que está feliz con ese producto.
Ingrid Ougland-Sellie, de 41 años, escritora y empleada a tiempo parcial en un hospital, usa el iPhone para sacarle fotos a misteriosos vegetales que consigue en un programa comunitario de horticultura. Le envía las fotos por correo electrónico a granjeros para que identifiquen el vegetal y luego busca recetas usando una aplicación del iPhone. También lo usa como agenda y para intercambiar fotos de su hijo con su esposo.
''No dudo de que la tecnología ha mejorado mucho'', dice Sellie. ''Pero soy un animal de rutina. Sé cómo usar esto y estoy satisfecha''.
Apple ha vendido más de 51 millones de iPhones desde que lo lanzó al mercado en el 2007.
El iPhone no es el teléfono de usos múltiples más vendido. Tiene el 14% del mercado, comparado con el 47% de Nokia y el 20% de los Blackberry. Y los aparatos de Google con tecnología Android están ganando presencia en el mercado a paso acelerado. Hoy tienen el 4%, comparado con el 1% del año pasado.
Carolina Milanesi, analista del mercado de teléfonos celulares que vive en Gran Bretaña, dice que probó otros aparatos pero siempre encuentra algo que no la convence. Cuenta que se pasó 20 minutos tratando de abrir una cuenta de correo electrónico en un aparato Android. El iPhone, en cambio, es tan sencillo que su hija de dos años y medio puede usar algunas aplicaciones de deletreo y de ruidos de animales.
El iPhone no es tan flexible como otros aparatos y Milanesi dice que le molesta no poder seleccionar tonos específicos para los mensajes de texto, algo que es normal en Europa.
''Pero una se acostumbra y no es tan grave'', añade.
Ya pasaron tres años desde que salieron al mercado -una eternidad en el cambiante mundo de la telefonía celular- y han surgido aparatos que en algunos aspectos son incluso superiores. Pero el iPhone sigue vendiendo más aparatos que nunca.
¿A qué se debe la fascinación con el iPhone? Da la impresión de que Apple sabe explotar dos elementos clave: el status que da y la facilidad de uso. Y es previsible que, por más que los fanáticos más intensos de Apple aguarden ansiosos la nueva versión del iPhone que saldrá a la venta en los próximos meses, al usuario común eso no le llame demasiado la atención.
Otros teléfonos tienen cámaras con mayor poder de resolución y pueden filmar video de alta definición. Los procesadores de teléfonos nuevos como el Droid Incredible parecen más rápidos. Y ha surgido una tecnología de pantalla al tacto que consume menos energía y es superior a la del iPhone. La competencia, por otra parte, ofrece ahora cosas que antes eran de dominio exclusivo del iPhone, incluidos aparatos extremadamente delgados y miles de aplicaciones y de juegos.
''Este aparato (el iPhone) no es lo mejor que hay'', afirmó el analista de ABI Research Michael Morgan.
Si tiene o no la mejor tecnología, no obstante, no le importa demasiado a los fanáticos del iPhone.
Lo que les interesa es la imagen que transmite.
''Cuando ves a alguien con el iPhone, piensas 'esta gente sabe lo que hace''', comentó Jason Sfetko, diseñador de la revista Complex de Nueva York. Si alguien tiene un BlackBerry, ''da la sensación de que es un contador o algo por el estilo, que deben responder demasiados correos electrónicos'', agregó.
El deslumbramiento con los iPhone se extiende a China, donde Apple comenzó a vender el aparatito en octubre pasado. ''Es sorprendente lo que logró el iPhone aquí'', expresó Deng Jinchun, gerente de Jing Lang, tienda que vende el iPhone en la provincia de Hunan.
''Apple lleva vendiendo básicamente el mismo teléfono desde hace tres años y las ventas siguen subiendo. Es inimaginable que Nokia o cualquier otra marca pudiera lograr algo similar''.
Uno de los grandes atractivos del iPhone es lo fácil que resulta usarlo.
Mark Britton, director ejecutivo de una firma llamada Avvo que publica las evaluaciones que hacen los clientes de sus abogados, pasa tanto tiempo con su iPhone que su esposa le dice en broma que es como su cuarto hijo. Una cosa que le gusta es lo sencillo que resulta hablar por teléfono y al mismo tiempo buscar algo en la internet.
El buscador de la web es lo que cautivó a Sara Maternini, de 35 años, quien trabaja en relaciones públicas en Milán y lleva dos años y medio usando el iPhone. Debe conectarse a la red constantemente y dice que el iPhone es el único aparato que la hace sentir que está en una computadora.
Una crítica frecuente que se le hace a Apple es que cuando un usuario se acostumbra al iPhone, no puede dejarlo. Los otros aparatos no pueden conectarse al iTunes, mediante el cual el usuario de iPhone maneja su música, sus videos, sus fotos y otros archivos. Ni pueden usar las aplicaciones que le permiten a uno hacer de todo, desde manejar sus cuentas bancarias hasta palabras cruzadas.
Nada de esto preocupa al usuario del iPhone, que está feliz con ese producto.
Ingrid Ougland-Sellie, de 41 años, escritora y empleada a tiempo parcial en un hospital, usa el iPhone para sacarle fotos a misteriosos vegetales que consigue en un programa comunitario de horticultura. Le envía las fotos por correo electrónico a granjeros para que identifiquen el vegetal y luego busca recetas usando una aplicación del iPhone. También lo usa como agenda y para intercambiar fotos de su hijo con su esposo.
''No dudo de que la tecnología ha mejorado mucho'', dice Sellie. ''Pero soy un animal de rutina. Sé cómo usar esto y estoy satisfecha''.
Apple ha vendido más de 51 millones de iPhones desde que lo lanzó al mercado en el 2007.
El iPhone no es el teléfono de usos múltiples más vendido. Tiene el 14% del mercado, comparado con el 47% de Nokia y el 20% de los Blackberry. Y los aparatos de Google con tecnología Android están ganando presencia en el mercado a paso acelerado. Hoy tienen el 4%, comparado con el 1% del año pasado.
Carolina Milanesi, analista del mercado de teléfonos celulares que vive en Gran Bretaña, dice que probó otros aparatos pero siempre encuentra algo que no la convence. Cuenta que se pasó 20 minutos tratando de abrir una cuenta de correo electrónico en un aparato Android. El iPhone, en cambio, es tan sencillo que su hija de dos años y medio puede usar algunas aplicaciones de deletreo y de ruidos de animales.
El iPhone no es tan flexible como otros aparatos y Milanesi dice que le molesta no poder seleccionar tonos específicos para los mensajes de texto, algo que es normal en Europa.
''Pero una se acostumbra y no es tan grave'', añade.
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