Combatiría todo tipo de cepas y mutaciones que esta enfermedad pudiera presentar
Una vacuna experimental desarrollada en Estados Unidos demostró ser eficaz para proteger a monos no sólo de las dos formas más letales del virus del ébola para las que fue diseñada, sino también de una nueva cepa descubierta en 2007.
El hallazgo es un importante paso hacia una vacuna única contra el ébola, lo que evitaría tener que desarrollar nuevas vacunas cada vez que el virus muta, dijo la doctora Nancy Sullivan, del Instituto estadounidense de Alergia y enfermedades Infecciosas (NIAID en inglés).
Sullivan es la autora principal de un estudio sobre la vacuna llevado a cabo con otros colegas estadounidenses y publicado en la revista científica PLoS Pathogens.
El ébola es una fiebre hemorrágica potencialmente letal identificada por primera vez en 1976 en Sudán y en Zaire y que se transmite por contacto directo con los fluidos corporales de animales o personas infectadas.
Aún no existe ningún tratamiento o vacuna específica, y aunque varias están siendo probadas, llevará años su aplicación en humanos.
Según la Organización Mundial de la Salud, desde que la enfermedad fue descubierta se han registrado mil 850 casos y más de mil 200 fallecimientos.
La vacuna desarrollada por el NIAID, el Ejército estadounidense y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, fue diseñada para combatir las cepas más mortíferas de Sudán y Zaire del ébola, pero también demostró ser efectiva para la cepa de Bundibugyo, descubierta en 2007, "aunque no contenía antígenos de este virus" , explicó Sullivan.
En el experimento, se suministró una vacuna primaria de ADN con material genético que codifica proteínas superficiales del ebolavirus Zaire y el ebolavirus Sudán a cuatro macacos, y un año después una vacuna de vector recombinante.
Estos monos y otros cuatro que no habían sido vacunados fueron expuestos luego a niveles letales del ebolavirus Bundibugyo (BEBOV).
Todos los animales no vacunados contrajeron el virus y tres murieron, mientras que ninguno de los vacunados se puso enfermo.
Los científicos descubrieron que los macacos vacunados desarrollaron una respuesta inmune de sus células T suficiente para prevenir o controlar el nuevo virus del ébola, pese a que la vacuna no contenía antígenos de BEBOV y no se formaron anticuerpos contra esta cepa.
Ahora, los científicos estudian qué parte de la respuesta de las células T fue determinante para el éxito de la vacuna contra el BEBOV.
"Cuando hayamos identificado esos aspectos cruciales, podremos diseñar vacunas que produzcan esa respuesta de las células inmunes y quizás fabricar una única vacuna que proteja contra todos los virus el ébola", señaló Sullivan.
Una vacuna experimental desarrollada en Estados Unidos demostró ser eficaz para proteger a monos no sólo de las dos formas más letales del virus del ébola para las que fue diseñada, sino también de una nueva cepa descubierta en 2007.
El hallazgo es un importante paso hacia una vacuna única contra el ébola, lo que evitaría tener que desarrollar nuevas vacunas cada vez que el virus muta, dijo la doctora Nancy Sullivan, del Instituto estadounidense de Alergia y enfermedades Infecciosas (NIAID en inglés).
Sullivan es la autora principal de un estudio sobre la vacuna llevado a cabo con otros colegas estadounidenses y publicado en la revista científica PLoS Pathogens.
El ébola es una fiebre hemorrágica potencialmente letal identificada por primera vez en 1976 en Sudán y en Zaire y que se transmite por contacto directo con los fluidos corporales de animales o personas infectadas.
Aún no existe ningún tratamiento o vacuna específica, y aunque varias están siendo probadas, llevará años su aplicación en humanos.
Según la Organización Mundial de la Salud, desde que la enfermedad fue descubierta se han registrado mil 850 casos y más de mil 200 fallecimientos.
La vacuna desarrollada por el NIAID, el Ejército estadounidense y el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta, fue diseñada para combatir las cepas más mortíferas de Sudán y Zaire del ébola, pero también demostró ser efectiva para la cepa de Bundibugyo, descubierta en 2007, "aunque no contenía antígenos de este virus" , explicó Sullivan.
En el experimento, se suministró una vacuna primaria de ADN con material genético que codifica proteínas superficiales del ebolavirus Zaire y el ebolavirus Sudán a cuatro macacos, y un año después una vacuna de vector recombinante.
Estos monos y otros cuatro que no habían sido vacunados fueron expuestos luego a niveles letales del ebolavirus Bundibugyo (BEBOV).
Todos los animales no vacunados contrajeron el virus y tres murieron, mientras que ninguno de los vacunados se puso enfermo.
Los científicos descubrieron que los macacos vacunados desarrollaron una respuesta inmune de sus células T suficiente para prevenir o controlar el nuevo virus del ébola, pese a que la vacuna no contenía antígenos de BEBOV y no se formaron anticuerpos contra esta cepa.
Ahora, los científicos estudian qué parte de la respuesta de las células T fue determinante para el éxito de la vacuna contra el BEBOV.
"Cuando hayamos identificado esos aspectos cruciales, podremos diseñar vacunas que produzcan esa respuesta de las células inmunes y quizás fabricar una única vacuna que proteja contra todos los virus el ébola", señaló Sullivan.
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