Hay pruebas físicas de que sus bases permanecerán por 100 años más
En contra de lo que se creía, la mayoría de las islas del Pacífico Sur se adaptan y crecen en vez de hundirse con la subida del nivel de los mares por efecto del cambio climático, según un estudio publicado por la revista New Scientist esta semana.
Los científicos Paul Kench, de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y Arthur Webb, de la Comisión de Geociencia Aplicada del Pacífico Sur, en Fiyi, estudiaron, analizaron y compararon fotos históricas de hace 60 años e imágenes de satélite de alta resolución de 27 islas.
Y concluyeron que 23 islas han aumentado o conservan la misma superficie y que cuatro han perdido territorio.
"El 80% de las islas que hemos observado está igual o ha crecido; algunas se han agrandado de forma dramática, en un 20% ó 30%", manifestó Kench.
"Ahora tenemos pruebas de que las bases físicas de estas islas estarán allí dentro de cien años", añadió el científico.
En Kiribati, las islas Betio, Bairiki y Nanikai, las más pobladas, aumentaron su territorio en un 30%, 16.3% y 12.5% respectivamente, lo que representa 36 hectáreas en la primera, 5.8 hectáreas en la segunda y 0.8 hectáreas en la tercera.
En Tuvalu, en donde el punto más alto del país se encuentra a 4.5 metros sobre el nivel del mar, siete islas crecieron en una media superior al 3%.
Las islas del Pacífico Sur, a diferencia de las de la costa este de Estados Unidos, están formadas con sedimentos de los arrecifes de corales que las rodean.
Al aumentar el nivel del de Marzo en fenómenos extremos como el cambio climático, las olas remueven los sedimentos coralinos y cambian la forma de la isla.
En 1972, el ciclón "Bebe" visitó Tuvalu y depositó 140 hectáreas de estos sedimentos en el arrecife oriental, que aumentaron en 10% la superficie de la isla.
El estudio no descarta que el cambio climático pueda constituir un peligro para la vida en estas islas, porque igual pierden las fuentes de agua potable o se vuelven inhabitables.
Kench explicó que los habitantes de las Islas Carteret, en Papúa Nueva Guinea, tuvieron que trasladarse a principios de este año porque la subida del nivel del de Marzo cambió la forma de las islas y las hizo inhabitables.
El científico Barry Brook, de la Universidad de Adelaida, declaró a la radio australiana ABC que el trabajo presenta un resultado inesperado.
"Obviamente los niveles del de Marzo están subiendo, pienso que (el documento) sugiere que tenemos a corto plazo más tiempo para actuar de lo que anticipábamos. El problema es que el aumento del nivel del mar se acelere", indicó Brook.
La científica Naomi Thirobaux, de Kiribati, quien basó su doctorado en la forma de las islas del Pacífico, opinó que no hay que bajar la guardia con el cambio climático y restar importancia a la erosión y los desplazamientos de las poblaciones.
El estudio de Webb y Kench indica que si bien las islas responden bien en general, la aceleración del aumento del nivel del de Marzo puede destruir la reconstrucción que hace la Naturaleza con los sedimentos coralinos.
Los científicos son incapaces por el momento de calcular con rigor la velocidad con que subirán los niveles de los mares en las próximas décadas y aún les resulta más difícil precisar con qué rapidez se regeneran estas islas, en particular Tuvalu, Kiribati y los Estados Federados de Micronesia, las más amenazadas.
En contra de lo que se creía, la mayoría de las islas del Pacífico Sur se adaptan y crecen en vez de hundirse con la subida del nivel de los mares por efecto del cambio climático, según un estudio publicado por la revista New Scientist esta semana.
Los científicos Paul Kench, de la Universidad de Auckland, en Nueva Zelanda, y Arthur Webb, de la Comisión de Geociencia Aplicada del Pacífico Sur, en Fiyi, estudiaron, analizaron y compararon fotos históricas de hace 60 años e imágenes de satélite de alta resolución de 27 islas.
Y concluyeron que 23 islas han aumentado o conservan la misma superficie y que cuatro han perdido territorio.
"El 80% de las islas que hemos observado está igual o ha crecido; algunas se han agrandado de forma dramática, en un 20% ó 30%", manifestó Kench.
"Ahora tenemos pruebas de que las bases físicas de estas islas estarán allí dentro de cien años", añadió el científico.
En Kiribati, las islas Betio, Bairiki y Nanikai, las más pobladas, aumentaron su territorio en un 30%, 16.3% y 12.5% respectivamente, lo que representa 36 hectáreas en la primera, 5.8 hectáreas en la segunda y 0.8 hectáreas en la tercera.
En Tuvalu, en donde el punto más alto del país se encuentra a 4.5 metros sobre el nivel del mar, siete islas crecieron en una media superior al 3%.
Las islas del Pacífico Sur, a diferencia de las de la costa este de Estados Unidos, están formadas con sedimentos de los arrecifes de corales que las rodean.
Al aumentar el nivel del de Marzo en fenómenos extremos como el cambio climático, las olas remueven los sedimentos coralinos y cambian la forma de la isla.
En 1972, el ciclón "Bebe" visitó Tuvalu y depositó 140 hectáreas de estos sedimentos en el arrecife oriental, que aumentaron en 10% la superficie de la isla.
El estudio no descarta que el cambio climático pueda constituir un peligro para la vida en estas islas, porque igual pierden las fuentes de agua potable o se vuelven inhabitables.
Kench explicó que los habitantes de las Islas Carteret, en Papúa Nueva Guinea, tuvieron que trasladarse a principios de este año porque la subida del nivel del de Marzo cambió la forma de las islas y las hizo inhabitables.
El científico Barry Brook, de la Universidad de Adelaida, declaró a la radio australiana ABC que el trabajo presenta un resultado inesperado.
"Obviamente los niveles del de Marzo están subiendo, pienso que (el documento) sugiere que tenemos a corto plazo más tiempo para actuar de lo que anticipábamos. El problema es que el aumento del nivel del mar se acelere", indicó Brook.
La científica Naomi Thirobaux, de Kiribati, quien basó su doctorado en la forma de las islas del Pacífico, opinó que no hay que bajar la guardia con el cambio climático y restar importancia a la erosión y los desplazamientos de las poblaciones.
El estudio de Webb y Kench indica que si bien las islas responden bien en general, la aceleración del aumento del nivel del de Marzo puede destruir la reconstrucción que hace la Naturaleza con los sedimentos coralinos.
Los científicos son incapaces por el momento de calcular con rigor la velocidad con que subirán los niveles de los mares en las próximas décadas y aún les resulta más difícil precisar con qué rapidez se regeneran estas islas, en particular Tuvalu, Kiribati y los Estados Federados de Micronesia, las más amenazadas.
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