Los mamíferos marinos podrían ubicar a su presa a más de 100 metros
Además de ser muy simpáticas, las focas tienen la capacidad de utilizar sus bigotes como radar, ya que pueden identificar a sus presas y seguir su trayectoria.
Un estudio realizado en el zoológico de Cologne, Alemania, demostró que las focas tienen la habilidad de ubicar a su presa a más de 100 metros sólo con sus bigotes, así lo publica el portal de la BBC.
El estudio a cargo del Doctor Wolf del Centro Científico Marino de la Universidad de Rostock, realizado a Henry, una foca adiestrada, demostró el talento que tienen los mamíferos con sus bigotes para indicar la trayectoria de un pez con su cabeza.
Los científicos colocaron una pequeña caja en una piscina para mantener el agua en calma. Dentro de la caja, crearon un rastro con un pez artificial, que era básicamente una aleta de plástico unida a un palo que creaba un movimiento similar al de un pez real.
Por su parte Henry, con los ojos vendados y unos auriculares logró captar las sensaciones en el agua con los bigotes; incluso notaron que la foca respondía a los movimientos indicando con su cabeza la dirección en la que se movía el pez artificial.
Este estudio demuestra la capacidad con la que las focas pueden identificar a sus presas antes de cazarlas.
Además de ser muy simpáticas, las focas tienen la capacidad de utilizar sus bigotes como radar, ya que pueden identificar a sus presas y seguir su trayectoria.
Un estudio realizado en el zoológico de Cologne, Alemania, demostró que las focas tienen la habilidad de ubicar a su presa a más de 100 metros sólo con sus bigotes, así lo publica el portal de la BBC.
El estudio a cargo del Doctor Wolf del Centro Científico Marino de la Universidad de Rostock, realizado a Henry, una foca adiestrada, demostró el talento que tienen los mamíferos con sus bigotes para indicar la trayectoria de un pez con su cabeza.
Los científicos colocaron una pequeña caja en una piscina para mantener el agua en calma. Dentro de la caja, crearon un rastro con un pez artificial, que era básicamente una aleta de plástico unida a un palo que creaba un movimiento similar al de un pez real.
Por su parte Henry, con los ojos vendados y unos auriculares logró captar las sensaciones en el agua con los bigotes; incluso notaron que la foca respondía a los movimientos indicando con su cabeza la dirección en la que se movía el pez artificial.
Este estudio demuestra la capacidad con la que las focas pueden identificar a sus presas antes de cazarlas.
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