La activación del circuito rítmico de la médula puede suponer un paso adelante en el tratamiento de personas afectadas de parálisis
Científicos de la Universidad de Zúrich, Suiza, lograron que ratas que padecían paraplejia vuelvan a caminar e incluso a correr gracias a una compleja combinación de fármacos, estimulación eléctrica y ejercicio físico.Según publica la revista Nature, el estudio sugiere que la regeneración de las fibras nerviosas rotas no es fundamental para pensar en que los individuos afectados con una parálisis recuperen el movimiento, lo que abre una nueva línea investigadora en el tratamiento de las lesiones de la médula espinal.La médula, explica el equipo dirigido por el profesor Gregoire Courtine, contiene circuitos nerviosos que por sí mismos, sin intervención del cerebro, pueden generar una actividad rítmica que mueve los músculos de las piernas de una manera parecida al movimiento de las extremidades inferiores en la acción de caminar.Numerosos estudios han intentado intervenir este circuito para ayudar a las víctimas de lesiones medulares y lo más que se ha logrado es hacer que las piernas se muevan, pero sin acercarse a la sujeción necesaria del peso del cuerpo que implica el andar.Los científicos de la Universidad suiza trataron a ratas que no podían mover las patas traseras, a las que situaron sobre una cinta de caminar que se movía a baja velocidad, al tiempo que les administraban ciertos fármacos y les aplicaban impulsos eléctricos en la médula espinal, por debajo del lugar de la lesión.Esta combinación de intervenciones puso en marcha el circuito de generación del movimiento rítmico de los músculos y logró que las patas traseras de los animales comenzaran a dar pasos.El ejercicio sobre la cinta de caminar se repitió a diario durante varias semanas, con el resultado de que las ratas terminaron caminando con normalidad, incluso hacia atrás y hacia los lados, y corriendo cuando la máquina les exigía un ritmo más alto.Esto fue así pese a que la lesión de las cobayas todavía mantenía interrumpida la conexión entre el cerebro y el circuito de la médula implicado en la acción de caminar de manera constante y rítmica.El equipo del profesor Courtine subraya que este procedimiento no permite al individuo caminar cuando su cerebro lo decide, sino que implica una acción externa para recuperar el movimiento que eventualmente se podría aplicar también en seres humanos.El estudio concluye que dado que los dispositivos neuro-prostéticos más avanzados pueden ayudar en principio a tender un puente entre la lesión medular y los músculos "desconectados" , la activación del circuito rítmico de la médula puede suponer un paso adelante en el tratamiento de personas afectadas de parálisis.
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