El cuerpo celeste tiene tierra firme aunque con temperaturas tórridas, demasiado cerca de su sol como para permitir la vida como se conoce en nuestro planeta
En su búsqueda de vida en el cosmos, los científicos han hallado más de 300 planetas fuera de nuestro sistema solar, pero todos fueron globos de gas o de otro modo se comprobó que no eran sólidos.Ahora, un grupo de astrónomos europeos confirmó la existencia del primer planeta extrasolar rocoso: lo más parecido a la Tierra que se haya descubierto hasta ahora.
El cuerpo celeste tiene tierra firme aunque con temperaturas tórridas, demasiado cerca de su sol como para permitir la vida como se conoce en nuestro planeta.
Los científicos conjeturan que para que comience la vida en otro planeta se necesita una superficie sólida, por lo que hallar uno es un avance importante.
''Básicamente nosotros vivimos sobre una roca'', dijo uno de los descubridores, Artie Hatzes, director del observatorio Thuringer en Alemania.
''Es lo más parecido a la Tierra que hemos hallado hasta ahora, pero está demasiado cerca de su sol''.Está tan cerca, por cierto, que la temperatura en la superficie supera los mil 980 grados centígrados, demasiado como para permitir la vida.
Orbita su estrella en sólo 20 horas a una velocidad de 750 mil kilómetros por hora.
En comparación, Mercurio, el planeta más cercano al Sol, completa su órbita solar en 88 días.
''Es muy caliente. Lo llaman el planeta de lava'', observó Hatzes.
Es un descubrimiento decisivo en la búsqueda de vida en el universo, dijo el experto Alan Boss del Instituto Carnegie.El descubrimiento fue la sensación de una conferencia sobre esa búsqueda que se realiza en Barcelona, donde el descubrimiento se anunció este miércoles por la mañana. El hallazgo fue publicado en la revista Astronomy and Astrophysics.
Al planeta, descubierto este año, le dieron el nombre Corot-7b.
Los científicos europeos lo observaron numerosas veces para medir su densidad y comprobar que era rocoso como la Tierra. Está en nuestro vecindario cósmico y orbita una estrella a unos 500 años luz de distancia.
Cada año luz equivale a unos 9.66 billones de kilómetros.
En nuestro sistema solar sólo cuatro planetas son rocosos: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte.
Asimismo, el tamaño de Corot-7b es el más aproximado a la Tierra en comparación con casi todos los demás planetas hallados fuera de nuestro sistema solar. Su radio es apenas una vez y media el de La Tierra, con una masa unas cinco veces mayor.
Ahora que se encontró otro planeta rocoso tan cerca de su propia estrella, se renovaron las esperanzas de los científicos de hallar más planetas similares a la Tierra más lejos, donde las condiciones puedan ser más favorables para la vida, dijo Boss.
El cuerpo celeste tiene tierra firme aunque con temperaturas tórridas, demasiado cerca de su sol como para permitir la vida como se conoce en nuestro planeta.
Los científicos conjeturan que para que comience la vida en otro planeta se necesita una superficie sólida, por lo que hallar uno es un avance importante.
''Básicamente nosotros vivimos sobre una roca'', dijo uno de los descubridores, Artie Hatzes, director del observatorio Thuringer en Alemania.
''Es lo más parecido a la Tierra que hemos hallado hasta ahora, pero está demasiado cerca de su sol''.Está tan cerca, por cierto, que la temperatura en la superficie supera los mil 980 grados centígrados, demasiado como para permitir la vida.
Orbita su estrella en sólo 20 horas a una velocidad de 750 mil kilómetros por hora.
En comparación, Mercurio, el planeta más cercano al Sol, completa su órbita solar en 88 días.
''Es muy caliente. Lo llaman el planeta de lava'', observó Hatzes.
Es un descubrimiento decisivo en la búsqueda de vida en el universo, dijo el experto Alan Boss del Instituto Carnegie.El descubrimiento fue la sensación de una conferencia sobre esa búsqueda que se realiza en Barcelona, donde el descubrimiento se anunció este miércoles por la mañana. El hallazgo fue publicado en la revista Astronomy and Astrophysics.
Al planeta, descubierto este año, le dieron el nombre Corot-7b.
Los científicos europeos lo observaron numerosas veces para medir su densidad y comprobar que era rocoso como la Tierra. Está en nuestro vecindario cósmico y orbita una estrella a unos 500 años luz de distancia.
Cada año luz equivale a unos 9.66 billones de kilómetros.
En nuestro sistema solar sólo cuatro planetas son rocosos: Mercurio, Venus, La Tierra y Marte.
Asimismo, el tamaño de Corot-7b es el más aproximado a la Tierra en comparación con casi todos los demás planetas hallados fuera de nuestro sistema solar. Su radio es apenas una vez y media el de La Tierra, con una masa unas cinco veces mayor.
Ahora que se encontró otro planeta rocoso tan cerca de su propia estrella, se renovaron las esperanzas de los científicos de hallar más planetas similares a la Tierra más lejos, donde las condiciones puedan ser más favorables para la vida, dijo Boss.
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