Concluyeron que la presencia de restos de estrellas alrededor de la galaxia vecina se debía a que eran absorbidas y no a que se engendraron ahí, pues se los impide la falta de gas.
Restos de galaxias enanas absorbidas o desmembradas por la mayor de nuestras vecinas, la galaxia Andrómeda, confirman el modelo de crecimiento de las galaxias por "canibalismo", según un estudio publicado hoy miércoles por la revista británica Nature.
"Hemos detectado estrellas y estructuras que son casi con toda certeza restos de galaxias enanas destruidas por los efectos de las mareas de M31" (el otro nombre dado a la galaxia Andrómeda), explicó el equipo de Alan McConnachie, del Instituto de Astrofísica NRC Herzberg de Victoria, Canadá.
Este equipo internacional de astrónomos utilizó el telescopio Canadá-Francia-Hawai para escrutar los alrededores de Andrómeda, situado a unos 2.5 millones de años luz (1 año luz=9.5 billones de kilómetros) de la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Estas imágenes permitieron "descubrir una mina de informaciones sobre el violento pasado de Andrómeda y sus relaciones con su galaxia satélite más conocida, el Triángulo", explicó Nickolay Gnedin, de Fermilab, Estados Unidos, en un comentario publicado en Nature.
En una vasta zona alrededor del disco conocido de Andrómeda, los astrónomos han descubierto estrellas que no pudieron formarse allí por la falta de una densidad suficiente de gas para engendrarlas.
De ahí la idea de que procedan de galaxias enanas absorbidas por Andrómeda, muchas de ellas aún por detectar.
La Galaxia del Triángulo está rodeado por una estructura estelar "que es la prueba de un reciente encuentro con M31", dicen los astrónomos. Millones de estrellas se hubieran encontrado entonces propulsadas fuera del Triángulo.
Este "encuentro" debió producirse hace algunos miles de millones de años cuando, el Triángulo, una pequeña galaxia de 2 mil millones de estrellas, se acercó a "solamente" 130 mil años luz de la gigante Andrómeda, galaxia con 100 mil millones de estrellas.
El disco de Andrómeda también quedó afectado por este paso, lo que significa que el Triángulo hubiese podido alimentar a su gran vecina.
Esto "confirma directamente los principios de base del modelo jerárquico de formación de las galaxias" por incorporación de galaxias más pequeñas, concluyeron los astrónomos. París, Francia (La Jornada)
"Hemos detectado estrellas y estructuras que son casi con toda certeza restos de galaxias enanas destruidas por los efectos de las mareas de M31" (el otro nombre dado a la galaxia Andrómeda), explicó el equipo de Alan McConnachie, del Instituto de Astrofísica NRC Herzberg de Victoria, Canadá.
Este equipo internacional de astrónomos utilizó el telescopio Canadá-Francia-Hawai para escrutar los alrededores de Andrómeda, situado a unos 2.5 millones de años luz (1 año luz=9.5 billones de kilómetros) de la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Estas imágenes permitieron "descubrir una mina de informaciones sobre el violento pasado de Andrómeda y sus relaciones con su galaxia satélite más conocida, el Triángulo", explicó Nickolay Gnedin, de Fermilab, Estados Unidos, en un comentario publicado en Nature.
En una vasta zona alrededor del disco conocido de Andrómeda, los astrónomos han descubierto estrellas que no pudieron formarse allí por la falta de una densidad suficiente de gas para engendrarlas.
De ahí la idea de que procedan de galaxias enanas absorbidas por Andrómeda, muchas de ellas aún por detectar.
La Galaxia del Triángulo está rodeado por una estructura estelar "que es la prueba de un reciente encuentro con M31", dicen los astrónomos. Millones de estrellas se hubieran encontrado entonces propulsadas fuera del Triángulo.
Este "encuentro" debió producirse hace algunos miles de millones de años cuando, el Triángulo, una pequeña galaxia de 2 mil millones de estrellas, se acercó a "solamente" 130 mil años luz de la gigante Andrómeda, galaxia con 100 mil millones de estrellas.
El disco de Andrómeda también quedó afectado por este paso, lo que significa que el Triángulo hubiese podido alimentar a su gran vecina.
Esto "confirma directamente los principios de base del modelo jerárquico de formación de las galaxias" por incorporación de galaxias más pequeñas, concluyeron los astrónomos. París, Francia (La Jornada)
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