viernes, 11 de septiembre de 2009

Calentamiento puede desaparecer el Ártico



En los últimos 20 a 30 años, la capa estacional de hielo se redujo 45 mil kilómetros cuadrados por año


El aumento de las temperaturas en los últimos 150 años ha tenido un enorme efecto en el Ártico y si se mantiene, esa región del mundo está condenada a desaparecer, advierte un estudio publicado este jueves en la revista Science.
"El Ártico, como lo conocemos, muy pronto podría ser una cosa del pasado", señaló Eric Post, profesor de biología de la Universidad estatal de Pensilvania.
Post encabezó un estudio internacional sobre los ecosistemas y su reacción biológica ante el calentamiento del Ártico, realizado durante el año Polar Internacional que finalizó en 2008.
La investigación documentó las consecuencias sufridas por plantas, animales, insectos y seres humanos ante el calentamiento ambiental en el Ártico.
En los últimos 20 a 30 años, la capa estacional de hielo se redujo 45 mil kilómetros cuadrados por año.
También disminuyó de manera creciente la capa de nieve, que comenzó a derretirse y desaparecer mucho antes de lo normal.
Por otra parte, "las especies en tierra y en el de Marzo están sufriendo consecuencias adversas del comportamiento humano en latitudes que están a miles de kilómetros de distancia", indica el estudio.
"Donde quiera que uno mire, en tierra firme, en el aire o en el agua, estamos viendo las señales de un rápido cambio", indica.
Asimismo, muchas especies típicas del Ártico y que dependen de la estabilidad de las capas de hielo están sufriendo ya las consecuencias del calentamiento global.
Esas especies incluyen las gaviotas, las morsas, diversos tipos de focas, los unicornios marinos y los osos polares.
La investigación indica que los osos polares y cierto tipo de focas que dan a luz en cuevas bajo la nieve pierden a muchas de sus crías cuando éstas se derrumban debido a las prematuras lluvias de primavera.
Esas especies podrían estar condenadas a la extinción.
Mientras, algunas especies que habitan zonas más templadas están avanzando hacia el norte, donde las temperaturas se han hecho más cálidas.
Entre ellas se incluyen los zorros rojos que han desplazado a los zorros árticos de territorios que eran más fríos, y las polillas invernales que han arrasado grandes extensiones de abedules y otras especies vegetales, lo que afecta al hábitat, incluyendo la actividad microbiana.
Los cambios han sido muy importantes si se considera que el aumento de temperatura ha sido de sólo un grado centígrado en los últimos 150 años, señala el estudio.
Según Post, es mucho más difícil pronosticar lo que ocurrirá si se produce el calentamiento de seis grados previsto en el próximo siglo.
"Los resultados de nuestros estudios revelan hasta ahora cambios generalizados y también una sorprendente diversidad en las consecuencias biológicas ante el calentamiento" dijo el científico.
Como ejemplo, Post puso el caso del reno del archipiélago de Svalbard, en Noruega, que se beneficia del deshielo de la nieve en invierno.
Con menos nieve y un período más largo de crianza, estas especies aprovecharon la mayor abundancia de plantas y su población ha crecido debido a una mejor capacidad de reproducción.
En contraste, la población del caribú migrante de Groenlandia se ha reducido al no poder ajustarse a los cambios sufridos en las plantas que son su principal alimento.
Según el estudio, el momento en que las hembras necesitan más alimento no coincide con el de mayor disponibilidad y por lo tanto son pocas las crías que pueden sobrevivir.
"Siempre se ha pensado que el Ártico es un ecosistema relativamente fácil de entender. Sin embargo, en realidad es muy complejo", señaló Post.
"No todas las poblaciones de una especie dada responden de la misma forma al calentamiento porque las características físicas del ambiente que interactúan con el clima pueden variar tremendamente de un punto a otro", manifestó.

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