"La primera imagen del cielo completo obtenida por Planck constituye un extraordinario tesoro, repleto de datos inéditos para los astrónomos", explica la agencia en un comunicado.
El satélite Planck, concebido para ayudar a entender mejor los inicios y el destino del Universo, envió su primera imagen de la bóveda celeste, un verdadero tesoro de datos para los astrónomos, anunció este lunes la Agencia Espacial Europea (ESA).
"La primera imagen del cielo completo obtenida por Planck constituye un extraordinario tesoro, repleto de datos inéditos para los astrónomos", explica la agencia en un comunicado.
Planck registra la radiación cósmica de fondo en microondas (CRMB, por sus siglas en inglés), la luz más antigua del cosmos, unos 380 mil años después del Big Bang, que dio origen a nuestro Universo. Esta radiación "fósil" se extiende en todo el cielo y constituye, de acuerdo a los científicos, "el rastro indeleble que el Universo dejó de su juventud".
El mapa de las fluctuaciones de esta radiación debería de hacer progresar el conocimiento sobre la geometría del Universo, el ritmo de su expansión y su futuro previsible.
"Hemos abierto la puerta a través de la que los científicos podrán buscar los eslabones perdidos que permitirán comprender cómo se formó el Universo y cómo ha evolucionado desde entonces", explica en el comunicado David Southwood, director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, y que señala que la calidad de la imagen es "altísima".
Puesto en órbita en mayo de 2009, Planck, ubicado a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, seguirá recabando datos hasta principios de 2012.
París, Francia
El satélite Planck, concebido para ayudar a entender mejor los inicios y el destino del Universo, envió su primera imagen de la bóveda celeste, un verdadero tesoro de datos para los astrónomos, anunció este lunes la Agencia Espacial Europea (ESA).
"La primera imagen del cielo completo obtenida por Planck constituye un extraordinario tesoro, repleto de datos inéditos para los astrónomos", explica la agencia en un comunicado.
Planck registra la radiación cósmica de fondo en microondas (CRMB, por sus siglas en inglés), la luz más antigua del cosmos, unos 380 mil años después del Big Bang, que dio origen a nuestro Universo. Esta radiación "fósil" se extiende en todo el cielo y constituye, de acuerdo a los científicos, "el rastro indeleble que el Universo dejó de su juventud".
El mapa de las fluctuaciones de esta radiación debería de hacer progresar el conocimiento sobre la geometría del Universo, el ritmo de su expansión y su futuro previsible.
"Hemos abierto la puerta a través de la que los científicos podrán buscar los eslabones perdidos que permitirán comprender cómo se formó el Universo y cómo ha evolucionado desde entonces", explica en el comunicado David Southwood, director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, y que señala que la calidad de la imagen es "altísima".
Puesto en órbita en mayo de 2009, Planck, ubicado a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, seguirá recabando datos hasta principios de 2012.
París, Francia
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