Científicos de la Escuela Universitaria de Medicina Keio, en Tokio comprobaron que era posible diferenciar las células causantes de cáncer y las que no, mediante implantes en ratones inmunodeficientes.
Los implantes de células madre pluripotentes adultas (iPS) en lesiones en la espina dorsal fueron probados por investigadores japoneses, publica la más reciente edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En el estudio preliminar los científicos lograron diferenciar las células del sistema nervioso y formar cúmulos llamados neuroesferas, capaces de regenerar tejidos dañados.
El fisiólogo Hideyuki Okano y sus colegas de la Escuela Universitaria de Medicina Keio, en Tokio, autores del estudio, afirman que las iPS necesarias para un transplante se pueden obtener del propio paciente, lo que evitaría el rechazo.
En investigaciones anteriores Okano y su equipo comprobaron que era posible diferenciar las células causantes de cáncer y las que no, mediante implantes en ratones inmunodeficientes.
Ambos grupos mostraron mejorías al recuperar, en solo semanas, la movilidad parcial, pero los casos a los que se les aplicó el tratamiento con células malignas, desarrollaron tumores y sus funciones motoras volvieron a deteriorarse.
A juicio de los especialistas esta práctica podría convertirse en una terapia prometedora y se espera que en 10 años inicien los primeros ensayos clínicos humanos en pacientes con daños en la espina dorsal usando células iPS.
Uno de los ejemplos significativos de este tipo de terapia se llevó a cabo en Maryland, Estados Unidos, por científicos de la empresa Neuralstem, quienes implantaron células fetales en la espina dorsal de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad degenerativa que provoca parálisis muscular progresiva.
Hasta la fecha las pruebas se encuentran en su primera fase, pero los expertos se proponen comprobar la viabilidad de esos transplantes, con el objetivo de detener las lesiones que causan diversas enfermedades.
Washington, EU
Los implantes de células madre pluripotentes adultas (iPS) en lesiones en la espina dorsal fueron probados por investigadores japoneses, publica la más reciente edición de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
En el estudio preliminar los científicos lograron diferenciar las células del sistema nervioso y formar cúmulos llamados neuroesferas, capaces de regenerar tejidos dañados.
El fisiólogo Hideyuki Okano y sus colegas de la Escuela Universitaria de Medicina Keio, en Tokio, autores del estudio, afirman que las iPS necesarias para un transplante se pueden obtener del propio paciente, lo que evitaría el rechazo.
En investigaciones anteriores Okano y su equipo comprobaron que era posible diferenciar las células causantes de cáncer y las que no, mediante implantes en ratones inmunodeficientes.
Ambos grupos mostraron mejorías al recuperar, en solo semanas, la movilidad parcial, pero los casos a los que se les aplicó el tratamiento con células malignas, desarrollaron tumores y sus funciones motoras volvieron a deteriorarse.
A juicio de los especialistas esta práctica podría convertirse en una terapia prometedora y se espera que en 10 años inicien los primeros ensayos clínicos humanos en pacientes con daños en la espina dorsal usando células iPS.
Uno de los ejemplos significativos de este tipo de terapia se llevó a cabo en Maryland, Estados Unidos, por científicos de la empresa Neuralstem, quienes implantaron células fetales en la espina dorsal de pacientes con esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad degenerativa que provoca parálisis muscular progresiva.
Hasta la fecha las pruebas se encuentran en su primera fase, pero los expertos se proponen comprobar la viabilidad de esos transplantes, con el objetivo de detener las lesiones que causan diversas enfermedades.
Washington, EU
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