El descubrimiento explicaría por qué algunos grupos raciales o étnicos obtienen peores resultados que otros en los tratamientos estándar.
Una pequeña variación en el código genético de una persona podría determinar si responde a un extenuante tratamiento para la infección con hepatitis C o no, informaron investigadores de Estados Unidos.
Pruebas genéticas que observen esa desviación podrían usarse para ayudar a los médicos a decidir qué pacientes son más propensos a beneficiarse, añadieron los autores.
El hallazgo también explicaría por qué algunos grupos raciales o étnicos obtienen peores resultados que otros en los tratamientos estándar.
"Este descubrimiento nos permite brindarle a los pacientes información valiosa que podría ayudarlos, y también a sus médicos, a decidir qué es lo mejor para ellos", indicó en un comunicado el investigador en genética David Goldstein, de la Duke University, en Carolina del Norte.
La hepatitis C es una enfermedad sanguínea que puede causar problemas crónicos en el hígado, cáncer hepático, cirrosis e incluso la muerte. El virus afecta a alrededor de 3.2 millones de personas solamente en Estados Unidos y a 170 millones a nivel mundial.
El tratamiento suele incluir 48 semanas de interferón más el antiviral ribavirina. Algunos pacientes desarrollan efectos colaterales serios que los llevan a tener que detener la terapia.
Los negros son menos propensos que los blancos a responder bien al tratamiento. Hasta ahora, nadie sabía por qué.
Según el estudio de Goldstein, publicado en la revista Nature, el problema estaría en un error en una letra en el código genético cercano a la interleukina 28B o gen IL28B, que cumple un rol en el combate de las infecciones.
"Si se observa a las personas con el genotipo de buena respuesta, alrededor del 80 por ciento de ellos se curará. Si se mira a los individuos del genotipo de mala respuesta, cerca del 30 por ciento se curará", dijo Goldstein en una entrevista telefónica.
"Eso es sencillamente una diferencia enorme", añadió.
El descubrimiento provino de un ensayo clínico con mil 671 personas con la forma más común de la enfermedad en Estados Unidos y Europa, las cuales fueron tratadas con las dos terapias más habituales contra la hepatitis C.
La investigación fue financiada por Schering-Plough, fabricante de uno de los dos regímenes estándar de tratamiento contra la hepatitis C que consiste en una combinación de Pegintron y el antiviral ribavirina.
Roche Holding es el creador del otro medicamento, conocido como Pegasys.
Los expertos hallaron que tener un genotipo favorable hacía una diferencia importante en la respuesta al tratamiento en todas las poblaciones del estudio, aunque solía ser más efectivo en los blancos con ancestros europeos, lo que explica por qué los negros obtendrían peores resultados con las terapias estándar. Chicago, EU (La Jornada)
Pruebas genéticas que observen esa desviación podrían usarse para ayudar a los médicos a decidir qué pacientes son más propensos a beneficiarse, añadieron los autores.
El hallazgo también explicaría por qué algunos grupos raciales o étnicos obtienen peores resultados que otros en los tratamientos estándar.
"Este descubrimiento nos permite brindarle a los pacientes información valiosa que podría ayudarlos, y también a sus médicos, a decidir qué es lo mejor para ellos", indicó en un comunicado el investigador en genética David Goldstein, de la Duke University, en Carolina del Norte.
La hepatitis C es una enfermedad sanguínea que puede causar problemas crónicos en el hígado, cáncer hepático, cirrosis e incluso la muerte. El virus afecta a alrededor de 3.2 millones de personas solamente en Estados Unidos y a 170 millones a nivel mundial.
El tratamiento suele incluir 48 semanas de interferón más el antiviral ribavirina. Algunos pacientes desarrollan efectos colaterales serios que los llevan a tener que detener la terapia.
Los negros son menos propensos que los blancos a responder bien al tratamiento. Hasta ahora, nadie sabía por qué.
Según el estudio de Goldstein, publicado en la revista Nature, el problema estaría en un error en una letra en el código genético cercano a la interleukina 28B o gen IL28B, que cumple un rol en el combate de las infecciones.
"Si se observa a las personas con el genotipo de buena respuesta, alrededor del 80 por ciento de ellos se curará. Si se mira a los individuos del genotipo de mala respuesta, cerca del 30 por ciento se curará", dijo Goldstein en una entrevista telefónica.
"Eso es sencillamente una diferencia enorme", añadió.
El descubrimiento provino de un ensayo clínico con mil 671 personas con la forma más común de la enfermedad en Estados Unidos y Europa, las cuales fueron tratadas con las dos terapias más habituales contra la hepatitis C.
La investigación fue financiada por Schering-Plough, fabricante de uno de los dos regímenes estándar de tratamiento contra la hepatitis C que consiste en una combinación de Pegintron y el antiviral ribavirina.
Roche Holding es el creador del otro medicamento, conocido como Pegasys.
Los expertos hallaron que tener un genotipo favorable hacía una diferencia importante en la respuesta al tratamiento en todas las poblaciones del estudio, aunque solía ser más efectivo en los blancos con ancestros europeos, lo que explica por qué los negros obtendrían peores resultados con las terapias estándar. Chicago, EU (La Jornada)
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