Cuando los roedores cambian su dieta por una saturada en grasas sus células cardiacas también resultan afectadas
Investigadores de la Universidad de Oxford demostraron que roedores alimentados con una dieta alta en grasas comienzan a sufrir una marcada reducción de su resistencia física y una disminución de su capacidad cognitiva en sólo nueve días.
El estudio, que publica FASEB Journal, puede tener implicaciones no sólo para aquellos que comen grandes cantidades de comida alta en grasas, sino también para atletas que buscan la dieta óptima para entrenar y enfermos con problemas metabólicos.
El doctor Andrew Murray, director del experimento, explicó que descubrieron que las ratas, al pasar de una dieta habitual baja en grasas a otra alta en este componente, muestran una sorprendentemente rápida reducción de su capacidad física.
De esta manera, una parte de los animales del experimento comenzó a tomar una dieta en la que 55% de las calorías procedía de las grasas, lo que, según Murray, se acercaría a una alimentación basada en la comida basura.
Pasados sólo nueve días, las ratas con la nueva dieta corrían 50% menos de distancia que la recorrida por roedores que mantuvieron su alimentación baja en grasas.
El estudio, que publica FASEB Journal, puede tener implicaciones no sólo para aquellos que comen grandes cantidades de comida alta en grasas, sino también para atletas que buscan la dieta óptima para entrenar y enfermos con problemas metabólicos.
El doctor Andrew Murray, director del experimento, explicó que descubrieron que las ratas, al pasar de una dieta habitual baja en grasas a otra alta en este componente, muestran una sorprendentemente rápida reducción de su capacidad física.
De esta manera, una parte de los animales del experimento comenzó a tomar una dieta en la que 55% de las calorías procedía de las grasas, lo que, según Murray, se acercaría a una alimentación basada en la comida basura.
Pasados sólo nueve días, las ratas con la nueva dieta corrían 50% menos de distancia que la recorrida por roedores que mantuvieron su alimentación baja en grasas.
Además, las ratas que ingerían más grasas empezaron a cometer errores antes que las otras en el laberinto, lo que sugiere que sus capacidades cognitivas se vieron también afectadas por la dieta. En el recorrido del laberinto, el número de decisiones correctas antes de cometer un error se redujo de más de seis a una media de 5 o 5.5.
Los investigadores también analizaron los cambios metabólicos en las ratas con dieta altamente grasa y encontraron en sus músculos y células cardiacas altos niveles de una proteína específica, llamada proteína desacoplada, que reduce la eficiencia del corazón y los músculos.
Las dietas altas en grasa, que suelen prevalecer en los países occidentales, se sabe que son dañinas a largo plazo, tanto a nivel físico como mental, pero hasta ahora se había prestado poca atención a sus efectos a corto término.
El equipo de Murray está desarrollando ahora una investigación similar sobre los efectos a corto plazo de las dietas altas en grasas en humanos. México, D.F./EFE (El Universal)
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