Los glaciares liberan los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes, que son sustancias tóxicas orgánicas resistentes a la degradación, como el insecticida DDT y las dioxinas, usadas como plastificantes o pesticidas, informó la universidad técnica ETH Zúrich.
Los glaciares que se están derritiendo en los Alpes suizos están liberando gases tóxicos que estaban atrapados desde hace décadas en el hielo y cuyo uso está prohibido desde hace tiempo, según un estudio realizado por científicos de la universidad técnica ETH Zúrich.
"Estas sustancias aparecen ahora en otros materiales que analizamos", dijo hoy Peter Schmid, químico del Instituto de Análisis de Materiales Empa, que está asociado con la ETH Zúrich.
Los glaciares liberan los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes (POPs, según sus siglas en inglés), que son sustancias tóxicas orgánicas resistentes a la degradación, como el insecticida DDT y las dioxinas, usadas como plastificantes o pesticidas.
Los investigadores midieron la concentración de estas sustancias en las capas sedimentarias de un embalse situado a 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar cerca del paso Grimsel.
Allí se reconstruyó el depósito de sustancias orgánicas de difícil degradación durante los pasados 60 años, indicaron los científicos en un artículo publicado en la revista especializada "Environmental Science and Technology".
En el invierno de 2006 se extrajeron del lago congelado núcleos de sedimento de alrededor de un metro de largo y seis centímetros de diámetro. "Uno de los núcleos lo cortamos en rodajas y lo secamos y liofilizamos", explicó Schmid.
Las capas en los núcleos de sedimento se pueden leer como los anillos de los árboles, capa por capa hasta el año 1953, cuando se formó el embalse. Se pudo determinar en qué medida se redujo la cantidad de sustancias contaminantes cuando a comienzos de los años 70 fueron prohibidos muchos compuestos peligrosos para el medio ambiente.
Pero en las capas de los pasados entre diez y 15 años se detectó la presencia en aumento de sustancias tóxicas.
La cantidad de sustancias químicas ricas en cloro fue en los anillos de fines de los 90 en parte mayor a la de los años 60 y 70.
Los expertos sospechan que el lago es alimentado principalmente por el glaciar Oberaar, cuya lengua se redujo desde 1930 alrededor de 1.6 kilómetros. En los pasados diez años, la lengua glaciaria se retiró más de 120 metros y liberó a la atmósfera las sustancias tóxicas almacenadas en el hielo.
Si los glaciares siguen retrocediendo debido al cambio climático, se liberará al medio ambiente gran cantidad de sustancias que estuvieron atrapadas en las masas de hielo durante décadas o hasta siglos, manifestaron los científicos.
Entre estas sustancias hay algunas que fueron prohibidas hace años y que sería mejor que continúen inmovilizadas en el hielo.
Muchos POPs tienen efectos cancerígenos y se sospecha que pueden influir en el desarrollo corporal del hombre y los animales.
Con frecuencia estas sustancias tienen un tiempo de permanencia largo en la atmósfera y pueden ser transportadas a lo largo de grandes distancias. Zurich, Suiza
"Estas sustancias aparecen ahora en otros materiales que analizamos", dijo hoy Peter Schmid, químico del Instituto de Análisis de Materiales Empa, que está asociado con la ETH Zúrich.
Los glaciares liberan los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes (POPs, según sus siglas en inglés), que son sustancias tóxicas orgánicas resistentes a la degradación, como el insecticida DDT y las dioxinas, usadas como plastificantes o pesticidas.
Los investigadores midieron la concentración de estas sustancias en las capas sedimentarias de un embalse situado a 2 mil 300 metros sobre el nivel del mar cerca del paso Grimsel.
Allí se reconstruyó el depósito de sustancias orgánicas de difícil degradación durante los pasados 60 años, indicaron los científicos en un artículo publicado en la revista especializada "Environmental Science and Technology".
En el invierno de 2006 se extrajeron del lago congelado núcleos de sedimento de alrededor de un metro de largo y seis centímetros de diámetro. "Uno de los núcleos lo cortamos en rodajas y lo secamos y liofilizamos", explicó Schmid.
Las capas en los núcleos de sedimento se pueden leer como los anillos de los árboles, capa por capa hasta el año 1953, cuando se formó el embalse. Se pudo determinar en qué medida se redujo la cantidad de sustancias contaminantes cuando a comienzos de los años 70 fueron prohibidos muchos compuestos peligrosos para el medio ambiente.
Pero en las capas de los pasados entre diez y 15 años se detectó la presencia en aumento de sustancias tóxicas.
La cantidad de sustancias químicas ricas en cloro fue en los anillos de fines de los 90 en parte mayor a la de los años 60 y 70.
Los expertos sospechan que el lago es alimentado principalmente por el glaciar Oberaar, cuya lengua se redujo desde 1930 alrededor de 1.6 kilómetros. En los pasados diez años, la lengua glaciaria se retiró más de 120 metros y liberó a la atmósfera las sustancias tóxicas almacenadas en el hielo.
Si los glaciares siguen retrocediendo debido al cambio climático, se liberará al medio ambiente gran cantidad de sustancias que estuvieron atrapadas en las masas de hielo durante décadas o hasta siglos, manifestaron los científicos.
Entre estas sustancias hay algunas que fueron prohibidas hace años y que sería mejor que continúen inmovilizadas en el hielo.
Muchos POPs tienen efectos cancerígenos y se sospecha que pueden influir en el desarrollo corporal del hombre y los animales.
Con frecuencia estas sustancias tienen un tiempo de permanencia largo en la atmósfera y pueden ser transportadas a lo largo de grandes distancias. Zurich, Suiza
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