jueves, 15 de abril de 2010

Mal de chagas causa derrames cerebrales


A pesar de la alta incidencia de los derrames entre las personas infectadas por esa enfermedad, el nivel de conocimiento del vínculo entre uno y otro es prácticamente nulo

El mal de Chagas, una enfermedad endémica en Latinoamérica pero que cada vez tiene una mayor presencia en Estados Unidos y Europa, es una creciente causa de derrames cerebrales, según un estudio español publicado en la revista médica Lancet Neurology.

Los autores del estudio son los doctores Francisco Javier Carod-Artal, del departamento de Neurología del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, que participa este miércoles en Toronto en un congreso de Neurología, y Joaquim Gascón, del Centro Internacional de Barcelona para la Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Barcelona.

El mal de Chagas es la tercera infección parasitaria más común en el mundo después de la malaria y la esquistosomiasis y está asociada con varios tipos de enfermedades coronarias, como arritmias y fallos de corazón.

En el estudio, Carod-Artal y Gascón señalaron que, con el progresivo envejecimiento de las personas que viven en Latinoamérica infectadas con el trypanosoma cruzi (el parásito que provoca el mal de Chagas), se espera un aumento de los derrames entre la población.

Los autores también aseguraron que los derrames pueden incluso "ser la primera indicación del mal de Chagas en pacientes que no presentan síntomas y aquellos con una disfunción sistólica moderada, por lo que los pacientes que sufren derrames y proceden de las regiones endémicas deberían ser examinados para detectar la infección de T cruzi".

Los galenos dijeron que los movimientos migratorios de las últimas dos décadas (tanto dentro de Sudamérica como hacia Norteamérica y Europa) han convertido el mal de Chagas "en un ejemplo de enfermedad infecciosa que se está adaptando rápidamente en la era de la globalización".

Cada año aparecen 220 mil nuevos casos y la dolencia causa la muerte a unas 14 mil personas.

"Alrededor de un tercio de los pacientes afectados con la infección del T cruzi desarrollarán lesiones de corazón crónicas", de acuerdo con el estudio.

Los investigadores estiman que unos 300 mil latinoamericanos infectados con ese parásito pueden vivir actualmente en Estados Unidos.

En un estudio realizado en Barcelona, "3.4% de mil 350 mujeres latinoamericanas embarazadas estaban infectadas así como 7.3% de los bebés nacidos de madres infectadas".

Las cifras dadas por Carod-Artal y Gascón reflejan que los derrames afectan a 20% de los pacientes de mal de Chagas.

A pesar de la alta incidencia de los derrames entre las personas infectadas por esa enfermedad, el nivel de conocimiento del vínculo entre uno y otro es prácticamente nulo.

Los autores citaron una reciente investigación realizada en la parte central de Brasil donde el 95% de 220 pacientes con derrames cerebrales no eran conscientes de la relación con el mal de Chagas.

"Por lo tanto, son necesarias campañas educativas sobre el elevado riesgo de derrame del mal de Chagas en escuelas y centros de salud pública. El mal de Chagas es un factor de riesgo independiente de derrame cerebral", afirmaron los autores en sus conclusiones, en las que también recomendaron mayores estudios para conocer la relación con la demencia vascular.

"La asociación entre el mal de Chagas, los derrames cerebrales y el riesgo de demencia vascular no ha sido investigado de forma apropiada. Además, no hay estudios que hayan valorado el efecto de repetidos derrames chagasicos en la demencia vascular" aunque algunos han relacionado la infección con discapacidad cognitiva, añadieron.

El mal de Chagas fue descrito en 1909 por el doctor brasileño Carlos Chagas, que identificó tanto el parásito trypanosoma cruzi como el insecto portador.

La enfermedad ha estado presente en Latinoamérica desde hace miles de años hasta el punto que segmentos del ADN del T cruzi han sido detectados en restos de momias de la cultura Chinchorro, en el norte de Chile, así como del sur de Perú y la parte central de Brasil.

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