Los satélites indican que los gases invernadero atrapan cada vez más energía solar, pero desde 2003 los científicos no han logrado establecer dónde está
Alrededor de la mitad del calor que se genera en la Tierra desaparece misteriosamente y los instrumentos disponibles no han logrado determinar dónde se encuentra, reveló un estudio publicado por la revista Science.
Ese desequilibrio se manifiesta en la cantidad de energía que entra en la atmósfera procedente del Sol y la que abandona la superficie terrestre.
Según científicos del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) , los satélites, los sensores marinos y otros instrumentos no son adecuados para seguir la pista de ese calor que podría estar acumulándose en el fondo oceánico y podría ser un factor más del calentamiento global.
Esa energía podría estar reapareciendo junto con el fenómeno climático de "El Niño" que periódicamente calienta las aguas de gran parte de las regiones tropicales del océano Pacífico y altera los patrones climáticos en amplias regiones del planeta, según una de las conjeturas de los científicos.
"Tarde o temprano este calor volverá para agobiarnos", advirtió Kevin Trenberth, científico de NCAR y uno de los autores del estudio.
"Es crucial ubicar la acumulación de energía en nuestro sistema climático para poder comprender qué está ocurriendo y pronosticar nuestro futuro meteorológico", agregó.
Según Trenberth, los satélites indican que los gases invernadero atrapan cada vez más energía solar, pero desde 2003 los científicos no han logrado establecer dónde está gran parte de ese calor.
El científico admite la posibilidad de que las observaciones de los satélites sean incorrectas.
Pero agregó que es más probable que gran parte del calor penetre en regiones no observadas, como las profundidades del océano.
Por otro lado, las temperaturas del planeta se han nivelado en los años recientes, pero el deshielo de los glaciares y las plataformas del Ártico y la Antártida continúa y se elevan los niveles marinos, lo que indica que el calentamiento tiene efectos profundos sobre el planeta, señaló.
Según John Fasullo, científico de NCAR y coautor del estudio, es necesario mejorar los instrumentos de medición para seguir la pista del calor.
Con ello se podrían anticipar fenómenos climáticos inusuales, como la ola de frío que se desencadenó durante el último invierno boreal en Estados Unidos, Europa y Asia, según los científicos.
"El calentamiento global es impulsado por el desequilibrio de energía: hay más energía solar que entra que la que sale", señaló.
"Nos preocupa el hecho de que no estemos en capacidad de observar de manera completa o entender este desequilibrio. Eso revela un enorme agujero en nuestra capacidad de observar el aumento de calor en nuestro sistema climático", añadió.
Alrededor de la mitad del calor que se genera en la Tierra desaparece misteriosamente y los instrumentos disponibles no han logrado determinar dónde se encuentra, reveló un estudio publicado por la revista Science.
Ese desequilibrio se manifiesta en la cantidad de energía que entra en la atmósfera procedente del Sol y la que abandona la superficie terrestre.
Según científicos del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) , los satélites, los sensores marinos y otros instrumentos no son adecuados para seguir la pista de ese calor que podría estar acumulándose en el fondo oceánico y podría ser un factor más del calentamiento global.
Esa energía podría estar reapareciendo junto con el fenómeno climático de "El Niño" que periódicamente calienta las aguas de gran parte de las regiones tropicales del océano Pacífico y altera los patrones climáticos en amplias regiones del planeta, según una de las conjeturas de los científicos.
"Tarde o temprano este calor volverá para agobiarnos", advirtió Kevin Trenberth, científico de NCAR y uno de los autores del estudio.
"Es crucial ubicar la acumulación de energía en nuestro sistema climático para poder comprender qué está ocurriendo y pronosticar nuestro futuro meteorológico", agregó.
Según Trenberth, los satélites indican que los gases invernadero atrapan cada vez más energía solar, pero desde 2003 los científicos no han logrado establecer dónde está gran parte de ese calor.
El científico admite la posibilidad de que las observaciones de los satélites sean incorrectas.
Pero agregó que es más probable que gran parte del calor penetre en regiones no observadas, como las profundidades del océano.
Por otro lado, las temperaturas del planeta se han nivelado en los años recientes, pero el deshielo de los glaciares y las plataformas del Ártico y la Antártida continúa y se elevan los niveles marinos, lo que indica que el calentamiento tiene efectos profundos sobre el planeta, señaló.
Según John Fasullo, científico de NCAR y coautor del estudio, es necesario mejorar los instrumentos de medición para seguir la pista del calor.
Con ello se podrían anticipar fenómenos climáticos inusuales, como la ola de frío que se desencadenó durante el último invierno boreal en Estados Unidos, Europa y Asia, según los científicos.
"El calentamiento global es impulsado por el desequilibrio de energía: hay más energía solar que entra que la que sale", señaló.
"Nos preocupa el hecho de que no estemos en capacidad de observar de manera completa o entender este desequilibrio. Eso revela un enorme agujero en nuestra capacidad de observar el aumento de calor en nuestro sistema climático", añadió.
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