Luego de seis años en Marte, el robot está atascado en una trampa de arena; por ahora tratarán de reorientarlo haia el Sol para que no se quede sin energía y siga produciendo estudios científicos
El robot Spirit siempre fue el menos afortunado de los dos aparatos gemelos que la NASA envió a explorar la superficie de Marte.
Apenas semanas después de llegar a un cráter marciano en 2004, comenzó a transmitir mensajes incoherentes a la Tierra. Los ingenieros lograron con el tiempo que volviera a la normalidad.
En cambio, su gemelo Opportunity le robó protagonismo, ya que llegó a un sitio geológicamente ideal y fue el primero en establecer que el planeta rojo, hoy helado y polvoriento, tuvo un pasado de más humedad.
La mala suerte vuelve a acosar ahora al Spirit. Luego de seis años en Marte, está atascado en una trampa de arena, quizás para siempre. Aunque el artefacto de seis ruedas ha estado en problemas antes, éste es el peor que ha enfrentado.
Con la próxima llegada del invierno marciano, el Spirit podría quedarse sin electricidad a menos que los científicos puedan reorientar sus celdas fotovoltaicas hacia el Sol.
El Spirit ''siempre ha sido nuestra reina del drama'', dijo el científico en jefe Steve Squyres de la Universidad Cornell.
En abril, cuando el Spirit circulaba hacia atrás por una falla en una rueda, cayó a través del suelo endurecido como una persona que atraviesa el hielo de un lago congelado y quedó encallado en arena suelta. Desde entonces, los intentos para liberarlo de allí no han avanzado mucho.
Otro inconveniente grave sucedió hace poco, cuando otra de las ruedas dejó de moverse, por lo que al robot le quedan cuatro con las que puede intentar salir.
''Con cuatro ruedas para impulsarse, esto no luce bien'', dijo el gerente de proyecto, John Callas, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El 2009 fue un año especialmente malo para el robot. Además de haber encallado, tuvo ataques temporales de amnesia y otros problemas, incluidos reinicios repentinos de su computadora.
Aunque las perspectivas de liberarlo no son buenas, los científicos aún no se rinden, pero si las opciones se agotaran, la alternativa será intentar inclinar el robot hacia el norte, para que reciba suficiente luz solar para seguir funcionando y produciendo estudios científicos sin moverse.
''Si no podemos desatascar al robot, se convertirá en una sonda en Marte'', dijo Callas.
El robot Spirit siempre fue el menos afortunado de los dos aparatos gemelos que la NASA envió a explorar la superficie de Marte.
Apenas semanas después de llegar a un cráter marciano en 2004, comenzó a transmitir mensajes incoherentes a la Tierra. Los ingenieros lograron con el tiempo que volviera a la normalidad.
En cambio, su gemelo Opportunity le robó protagonismo, ya que llegó a un sitio geológicamente ideal y fue el primero en establecer que el planeta rojo, hoy helado y polvoriento, tuvo un pasado de más humedad.
La mala suerte vuelve a acosar ahora al Spirit. Luego de seis años en Marte, está atascado en una trampa de arena, quizás para siempre. Aunque el artefacto de seis ruedas ha estado en problemas antes, éste es el peor que ha enfrentado.
Con la próxima llegada del invierno marciano, el Spirit podría quedarse sin electricidad a menos que los científicos puedan reorientar sus celdas fotovoltaicas hacia el Sol.
El Spirit ''siempre ha sido nuestra reina del drama'', dijo el científico en jefe Steve Squyres de la Universidad Cornell.
En abril, cuando el Spirit circulaba hacia atrás por una falla en una rueda, cayó a través del suelo endurecido como una persona que atraviesa el hielo de un lago congelado y quedó encallado en arena suelta. Desde entonces, los intentos para liberarlo de allí no han avanzado mucho.
Otro inconveniente grave sucedió hace poco, cuando otra de las ruedas dejó de moverse, por lo que al robot le quedan cuatro con las que puede intentar salir.
''Con cuatro ruedas para impulsarse, esto no luce bien'', dijo el gerente de proyecto, John Callas, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El 2009 fue un año especialmente malo para el robot. Además de haber encallado, tuvo ataques temporales de amnesia y otros problemas, incluidos reinicios repentinos de su computadora.
Aunque las perspectivas de liberarlo no son buenas, los científicos aún no se rinden, pero si las opciones se agotaran, la alternativa será intentar inclinar el robot hacia el norte, para que reciba suficiente luz solar para seguir funcionando y produciendo estudios científicos sin moverse.
''Si no podemos desatascar al robot, se convertirá en una sonda en Marte'', dijo Callas.
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