viernes, 27 de noviembre de 2009

El Atlántico Sur es más cálido y salado

La entrada de agua cálida en el Atlántico Norte a través de las corrientes marinas tiene un efecto positivo al compensar el desequilibrio que hay en los océanos

El cambio de la trayectoria de los vientos de poniente en las aguas del Atlántico Sur está provocando la llegada de agua cada vez más cálida y salada a sus aguas, una tendencia que afecta directamente a las corrientes marinas del Atlántico Norte y al futuro del cambio climático.
Así lo asegura un artículo publicado hoy por la revista británica The Lancet, en el que se explica que ese cambio de dirección en los vientos del oeste en el Atlántico Sur ha aumentado las fugas de agua a ese océano desde la corriente de Agulhas (que va desde el Océano Índico tropical hacia el extremo sur de África), lo que supone la entrada de agua más cálida y más salada.

Ayudados de un modelo de recreación de alta resolución, un equipo de científicos del Instituto Leibniz de Ciencias marinas de Kiel (Alemania) descubrió que esa entrada de agua cálida en el Atlántico Norte a través de las corrientes marinas tiene un efecto positivo: es capaz de frenar, en cierto modo, la reducción experimentada en los últimos años en las aguas profundas de ese océano.

Esa zona de aguas profundas requiere para su formación y mantenimiento aguas frías, densas y saladas, y se ha visto desbordada en los últimos años por el deshielo de los polos, que ha provocado el aumento del flujo de agua fría en esa zona.

Sin embargo, la entrada de agua salada y algo más cálida desde el sur permite ahora compensar este desequilibrio, afirman los expertos. Londres, Inglaterra

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